viernes, 15 de septiembre de 2023

Soy el Fan # 1 de Marco Antonio Muñiz.

Cuando se trató de escoger entre seguir a los roqueros o a los bohemios —¡uuuuhhh, hace tantos años!—, y habiendo sido yo mismo roquero hasta entonces, al escuchar las canciones de amor, los boleros, los pasillos, los tangos, me decidí continuar por el camino de los bohemios. Mis amigos ahora se burlan de mí porque no reconozco a Creedence Clearwater Revival de Led Zeppelin, y apenas admiro a los Beatles y, desde luego, a Queen. Pero las canciones conquistadoras, las que llegan al corazón, siguen siendo lo mío. Estoy hablando de 1963 más o menos. Unos años después, acompañado por mis amigos (entonces matrimonio) Carlos Bellamy y Esperanza Ortiz Gea, y por mi novia amantísima Marcela Vivanco (con la que sigo casado 51 años después), fuimos a ver un show a un cabaret que estaba en la Glorieta de Insurgentes y Ángel Urraza, allá por la Ciudad de los Deportes y la Plaza de Toros México. Ese show era dividido por tres números, el primero era de algún cantante que empezaba, el segundo era Marco Antonio Muñiz y el tercer acto era nada menos que con Olga Guillot, la señora de la canción romántica. Ella no sólo cantaba, sino que “te fajaba” con su voz y estilo. Nos la pasamos muy bien, y creo que fuimos un buen público, porque al final cantaron al alimón Olga y Marco. ¡Algo inolvidable! Por cierto Carlos sigue siendo un bohemio romántico que se sabe la mayoría de las letras de las canciones románticas en español, incluyendo las que le enseñó su padre, quien también tocaba la guitarra con canciones naturalmente de sus tiempos. Desde entonces, esto ha de haber sido en los años 70 o 71, quedé atraído por el estilo y la estupenda voz de Marco Antonio Muñiz, ahora llamado “El lujo de México”. Marcela mi esposa lo atendió una vez en su consultorio porque ella hacía la parte odontológica de los exámenes completo que hacían los hospitales. Y en verdad, no creo que haya nadie de los actuales que lo pueda sustituir, ni por voz, ni por estilo, ni por categoría. ¡Qué lástima! Mi esperanza era José José, pero por la vida que llevó se nos fue muy pronto. Marcela y yo, y luego mis amigos, hermanos y compadres seguimos a MAM durante toda su vida profesional, y acudimos a sus shows en el Premiere, en el Fiesta Americana, en el Auditorio Nacional y en Bellas Artes. Ahora cuento con la colección completa (en vinilo) de sus 53 discos originales, porque ahora la disquera está haciendo reediciones de algunos de sus discos cambiándoles de nombre. Un día estaba yo en el consultorio cuando me habló mi entonces amigo Rubén Malpica para decirme que si quería platicar con Marco me fuera “volado” a su consultorio, porque iban a operar a una pariente de él. Ni tardo ni perezoso me fui para alá, a la Colonia del Valle, y efectivamente platique una media hora con él y logre que me autografiara uno de sus discos. Otra ocasión, Marcela mi esposa, atendía dentalmente al Director de su disquera, quien con su esposa nos invitó amablemente a ella y a mí a uno de sus shows en el Hotel Fiesta Americana de Av. Reforma. Tras el show, el director nos llevó a la suite en donde Marco atendía a sus amigos. Resultó ser un hombre agradable, simpático y ocurrente. Recuerdo de esa vez a a María del Sol y a Manzano ( Henrruchitode los Polivoces). Tomamos unas copas y nos invitó a Marcela y a mí a quedarnos en su suite (él ya se iba a su casa junto con sus invitados), a lo que nos negamos. Ya casi amanecía. Me aprendí muchas de sus canciones, aunque como ustedes de sobra sabrán me falta su voz —que tiene una tesitura amplísima, esto es: llega a tres escalas, un aire inagotable en una voz varonil, metálica nada nasal y muy cuadrada (no se atrasa ni se adelanta). Nadie de los ahora cantantes puede decir esto. O presumir que aparece con María Félix en la película La Cucaracha. Su época de oro creo yo fue en los años 70-90. Después se dedicó a promocionar a sus hijos que cantan muy bien, sobre todo los menores (creo yo). Su CD llamado Bohemia, con Manzanero, Jose José y Di Blasio (al piano) es una verdadera joya. Y mis favorito son Con la Rondalla Tapatía y en el que aparece haciendo duetos con JA Jimenez, Agustin Lara y Lucha Villa, mi paisana. No cabe duda, cuando uno tiene talento, está destinado a triunfar. Aunque haya sido flaco y bigotón, como él. ¡Saludos, Marco!

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