Historia de la Odontología en México 1965-2010
Dr. Manuel Farill
Blog 10
Tengo ante mis ojos la foto de mi generación 65-69 de cuando
cumplimos 25 años de recibidos. Aquí puse unas fotos parciales de la foto, que no salieron muy bien, porque la foto está pegada al vidrio.. Creo que la fiesta, una comida, fue en un
jardín en Tetelpan, arriba de la Calzada del Desierto de los Leones. Ya todos
nos vemos creciditos, no como en las fotos que he venido poniendo en estos Posts.
Ya el Dr. Pedro González Huerta empezaba a peinar canas, y a muchos de nosotros
los varones se nos empezaba a notar que lo que perdíamos de cabello lo
ganábamos de panza: “embarnecimos”, como decían las mamás y abuelas—símbolo de
que no nos iba mal, a pesar de que acababa de pasar la crisis del 93-94.
O como decía Fernando Lagunas: a algunos el rostro se les iba “haciendo” como la gasolina: cada vez más cara… De las muchachas, ni hablar, todas bellas y glamorosas, pero algunas ya con algunos kilitos de más. Y, desde luego, podemos apreciar en la foto el espectáculo que disfrutaban los profesores, porque casi todas ellas gustaban de sentarse en la primera fila de las aulas.
Una parte de la Generación a los 25 años |
O como decía Fernando Lagunas: a algunos el rostro se les iba “haciendo” como la gasolina: cada vez más cara… De las muchachas, ni hablar, todas bellas y glamorosas, pero algunas ya con algunos kilitos de más. Y, desde luego, podemos apreciar en la foto el espectáculo que disfrutaban los profesores, porque casi todas ellas gustaban de sentarse en la primera fila de las aulas.
Desde luego que en esta foto no está toda la Generación,
sino solamente 69 de nosotros, como número mágico y sexy.
Velia Ramírez Amador |
Recuerdo que de aquél salón de primer año, en 1965, salieron
buenas amistades. Hice una relación escrita de quiénes se juntaban con quiénes
y descubrí que el grupo de las muchachas estudiosas, las que se sentaban hasta
adelante y eran muy guapas, estaba conformado por Marcela Vivanco, Velia
Ramírez Amador, la regiomontana Vicky Rodríguez , Alba de Dios, Cecilia
Villegas y María Eugenia Sánchez Olivar.
Había más compañeras guapas, pero
éstas que menciono eran las que se sentaban hasta adelante. Más compañeras:
Esperanza Ortiz Gea, ahora exitosa psicóloga, aunque ejerció le endodoncia
muchos años, eran muy amiga de Cristina Nieto Carreón y de Georgina González
Hermosillo. Martha Collado se juntaba con todas y todos, pero en especial con
Roberta Collado sin que hubiera parentezco entre ellas.
Virginia Landeros Ca 68 |
Otra vista de la Generación a los 25 años |
Eli Fregoso estaba en el otro grupo y siempre ha sido muy
guapa y muy simpática. Mireya Feingold, ahora con muchos grados académicos,
sigue siendo profesora en la Facultad. Nos sentábamos juntos en la clase de los
sábados del Dr. Enrique C. Aguilar, porque nos sentaban por orden alfabético.
Nos hicimos muy buenos amigos.
Virginia Landeros era una súper amiga (lo es todavía). Años
más tarde fui profesor de su hermana menor en Unitec. Vicky es una gran dentista que aún practica la profesión.
Ella casó con un médico otorrinolaringólogo muy cuate y muy profesional, Víctor
Reynoso. Judith Gómez (que sigue estando muy guapa) y Tere Cordero (lo mismo)
han sido como los buenos vinos: cada año están mejor. Veo muchas caras
conocidas, y puedo decirles que entre todos ellos me siento como si tuviera 25
años, porque nos conocimos bien y cuando todos éramos pobres y sin tener
pretensiones ridículas ni presunciones tontas. Cuando me encuentro a mis
compañeros (pocas veces) en congresos o en las exposiciones comerciales que
tanto abundan en México, los sigo viendo como los amigos afectuosos,
desinteresados, idealistas que alguna vez fuimos.
Para finales de 1965 hubo una “poda” de elementos, porque algunos no pudieron pasar algunos exámenes y tuvieron que repetir (omito nombres y la verdad ya ni me acuerdo). Durante el año, tuvimos la costumbre de celebrar los cumpleaños de los profesores haciéndoles una fiesta, en la que algunos hacían alguna “gracia”. Por ejemplo, yo dizque cantaba a capella “Marea Baja”, Fernando Lagunas y Carlos Bellamy tocaban la guitarra (luego acabamos cantando juntos, como debía ser), Tere Cordero bailaba y alguien recitaba. Éramos buenos chicos. Todavía no estábamos maleados. Algunos todavía no lo están. ¡Qué bellos tiempos!
Alba, Hilda, Marcela, 1969 |
Les recuerdo que necesito nuevas fotos de aquellos grupos, matutinos y vespertinos. Pueden enviarlas por correo electrónico a drmfarill@gmail.com Mándenme sus comentarios a este mismo lugar.
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Nos vemos en quince días.